Los hongos se reproducen en el corto, mediano y largo plazo, es decir, se perpetúan a través del tiempo, convirtiéndose en el enemigo oculto y certero contra plagas de importancia económica.
Los hongos controlan mosca blanca, mosca de las frutas, áfidos, trips, gusanos, cucarrones, ácaros, picudos (negro, rayado y amarillo), pulgones, hormigas, etc. También controlan garrapata, mión y chinche de los pastos, mosca de los establos, mosca del ganado, etc.
La espora del hongo se adhiere a la cutícula del insecto, forma estructuras que le permiten penetrar hacia el interior del insecto y produce enzimas que digieren la cutícula externa; una vez dentro, libera toxinas y coloniza todos los órganos del hospedero. Finalmente, cuando ha muerto el insecto, el hongo emerge de su cadáver para esporular nuevamente. Estas esporas son transportadas por el viento, la lluvia o por otros insectos sanos, a través de los cuales se repite el ciclo de infección.
Los insectos infectados dejan de alimentarse y entran en un estado letárgico, sus movimientos son lentos, hay pérdida locomotora y comienzan a ubicarse en sitios altos o en el envés de las hojas.
Su respuesta de control es lenta, pueden morir entre los 4-7 días, dependiendo del insecto y de las condiciones ambientales. Los cadáveres de los insectos pueden ser encontrados sobre el follaje o el suelo; algunas veces se encuentran cubiertos por el hongo, pero en otras ocasiones por la falta de humedad, puede observarse el insecto atacado (momificado) sin la presencia del hongo.
Enfermedades causadas por hongos: Rhizoctonia solanii, Fusarium, Alternaria, Phytophthora, Sclerotium, Pythium, Ceratocystes fimbriata, Rosellinia bunodes, Rosellinia pepo, etc. y enfermedades causadas por bacterias del género Pseudomonas, Erwinia, etc.
El mecanismo enzimático de las esporas del hongo les permite perforar, penetrar y envolver la pared de las células de otros hongos, bacterias y nematodos que causan enfermedad en las plantas. Trichoderma antagoniza la acción de estos patógenos por competencia de espacio y nutrientes y actúa como descomponedor de materia orgánica para entregarla en forma asimilable a la planta, promoviendo su crecimiento y desarrollo.
Si, especialmente por la radiación ultravioleta, por esta razón las formulaciones de estos hongos deben contener aceites y demás bloqueadores del efecto de la radiación; sin embargo, la mayor parte de los cultivos proveen zonas de protección del hongo frente a este efecto (plato y ramas bajeras de las plantas), en condiciones de humedad que promueven el establecimiento de estos agentes microbianos de control.
El producto se puede transportar en bolsas plásticas o en cajas debidamente selladas, el empaque no debe ser sometido a condiciones de impacto mecánico que puedan causar ruptura de la bolsa y derrame del producto.
• Efectos para la salud: El producto no ofrece riesgos para la salud humana y animal (vertebrados).
• Protección personal: Para su manipulación utilice equipo de protección como careta, respirador, guantes y botas de caucho, etc., y observar las normas de protección establecidas, sobre el uso y manejo seguro de insecticidas y fungicidas. No coma, beba o fume mientras manipule el producto. Evite la respiración prolongada de la neblina de aspersión, el contacto con la piel y los ojos. Después de aplicar el producto cámbiese de ropa y báñese con abundante agua y jabón antes de ingerir alimentos o fumar.
• Lavar los equipos de aspersión con agua y detergente. No contamine fuentes de agua como ríos y acequias.
• En caso de Ingestión: Dar a beber agua o leche, antes de inducir al vómito. Lleve la persona inmediatamente al médico junto con esa esta etiqueta. Consulte al personal médico.
• En caso de Inhalación: Colocar al paciente en un lugar fresco y ventilado. Si no está respirando, dar respiración artificial boca a boca, si respira con dificultad suministrar oxigeno.
• Cuando se tiene contacto con los ojos: Lavar inmediatamente los ojos con abundante agua por lo menos durante 15 minutos, manteniendo los párpados abiertos y recibir atención médica.
• Cuando se tiene contacto con la piel: Quitarse la ropa contaminada y lavarse con abundante agua y jabón.
Una vez abierto el empaque del producto, debe utilizarse todo su contenido, en caso contrario, debe sellarse con cinta y refrigerarse hasta el momento de su uso, durante un período inferior a 30 días. Después de haber vaciado completamente el contenido de esta bolsa, enjuáguela con una cuarta parte de agua limpia, tapándola agite fuerte y luego vierta la solución al tanque de aspersión mientras es llenado, repita este proceso tres (3) veces. Finalmente destrúyala. Ningún envase que haya contenido insecticidas o fungicidas deberá utilizarse para reempacar alimentos o agua potable.
Los hongos se deben de aplicar tres veces con intervalos de 20-30 días. La primera aplicación se sugiere en forma inundativa, es decir el doble de la dosis recomendada, con el fin de promover el establecimiento masivo de las esporas del hongo para la regulación eficaz de los insectos y enfermedades. Las siguientes aplicaciones se pueden realizar focalizadas y no generalizadas, dependiendo del criterio de evaluación técnica.
La rutina de las aplicaciones debe mantenerse con el fin de lograr el establecimiento de los microorganismos en el suelo y asegurar la regulación de los insectos y enfermedades en los cultivos.
Los hongos biocontroladores se perpetúan a través del tiempo, por su capacidad continua de multiplicación y dispersión de esporas. Esto les permite un mayor rango de acción en la regulación sanitaria, mientras que la aplicación con los productos químicos se realiza “in situ” y su acción termina cuando el efecto residual desaparece, con la desventaja que los insectos o patógenos que causan enfermedad en los cultivos pueden desarrollar resistencia a estos compuestos activos.